Como
cada año, ya ha llegado
la festividad de
Santa Agueda, Que comienza el día anterior al 5 de febrero, con “La
víspera
de Santa Águeda” (en euskera “
Agate
Deuna Bezpera”) dos días después de la candelaria y uno después de San
Blas, y es costumbre que coros o cuadrillas salgan a la calle a cantar coplas a
la santa, llevando el compás a golpe de
palo o makila,
y recogiendo dinero para diferentes causas.
La historia cuenta
que Santa Águeda era una joven de gran belleza y de distinguida familia, Nacida
en Sicilia en el 230 y muriendo a los 21
años por rechazar la propuesta de matrimonio del gobernador Quintianus
y
asi querer
preservar su fe en Jesucristo. Quintianus poseido por la ira y en venganza,
torturó a la joven cortandole
sus senos. Es por ese motivo que se le
considera protectora de los lactantes y de aquellas mujeres que padecen alguna
dolencia de los senos.
Aunque actualmente celebramos
la festividad de
Santa Agueda. Al
parecer y según expertos en
etnografia
vasca afirman,
esta proviene de una
antigua costrumbre
pre-cristiana enmarcada
dentro del mes de febrero,
en la que se despedia
al invierno, y se
golpeaba la tierra con palos para que esta se despertase
poco a poco, y
asi tener buenas cosechas
a la llegada de la primavera,
En
Barakaldo el santuario de Santa Águeda se construyó sobre una ermita existente
que se encuentra en Castrexana. Según la tradición las devotas que padecen
enfermedades femeninas (como las migrañas) se encomiendan a la santa, pero
también se dice que protege de incendios, erupciones volcánicas, enfermedades
del ganado y producción agrícola. En esta localidad se celebran romerías el 5
de febrero, día de Santa Ágeda y los domingos precedente y siguiente, atrayendo
esta última a unas 30.000 personas.